dimecres, 9 de març del 2011

Consejos para Fotografos VIII

La Impresionante Técnica HDR (High Dynamic Range)




La fotografía HDR (o HDRI, High Dynamic Range Imaging) es una técnica para procesar imágenes que busca abarcar el mayor rango de niveles de exposición en todas las zonas. Esto se consigue mediante la mezcla de varias fotos de la misma imagen con diferentes exposiciones.

La técnica de HDR permite que todas las zonas de la fotografía queden perfectamente expuestas, aunque tengan niveles de luminosidad muy diferentes y contrastados. Con esto se consigue obtener detalle en toda la fotografía aunque una única toma tenga un gran contraste entre las altas luces y las sombras.



¿Qué se necesita para hacer imágenes HDR?

Ya que se necesitan montar varias fotos, para poder hacer fotografías de alto rango dinámico se necesita una cámara digital con modo "bracketing" o, al menos, con posibilidad de ajustes manuales. También necesitaremos un trípode, ya que se deben tomar varias tomas con diferentes exposiciones. Teóricamente, cuantas más fotos, mejor, y como mínimo, dos.

En otra ocasión veremos como se pueden obtener imágenes HDR a partir de una única imagen RAW o incluso aproximciones al HDR a partir de una única imagen JPEG.

Trabajando con RAW podremos prescindir del trípode, aunque siempre va a ser mejor opción contar con varias imágenes diferentes.

Programas para fotos HDR

Existen varios programas para conseguir transformar fotografías en HDR. Photoshop CS2 incorpora esta funcionalidad, pero sin duda, el más conocido y utilizado para esta tarea es Photomatix. Otra opción es Artizen HDR.



Obtener una buena foto HDR

Lo cierto es que es una técnica muy aparente por lo "diferentes" que se ven las fotografías, pero un vez superado el impacto visual inicial que producen, podríamos decir que para obtener una buena foto HDR (y aquí ya es cuestión de gustos), las fotografías originales debe cumplir unas condiciones de iluminación especiales. A mi, particularmente, me gusta mucho la fotografía urbana en días nublados, donde se consigue un dramatismo extraordinario en el cielo mostrando el detalle del resto de la foto, frente a los cielos blancos que se obtienen en condiciones normales debido al gran contraste del resto de los elementos; la fotografía de interiores, donde de otro modo necesitaríamos utilizar flash sin llegar a cubrir toda la estancia; y la fotografía nocturna, donde se consigue un resaltado de ciertos colores no habituales sin alterar demasiado el aspecto final al que estamos acostumbrados.




8 Consejos Clave para hacer Fotos HDR Espectaculares


1. Utiliza un trípode.

Para poder combinar una imagen de alto rango dinámico necesitarás varias exposiciones. Lo ideal es hacer varias fotos con el mismo encuadre y distintos parámetros de exposición.

En caso de que dispares en JPEG necesitarás necesariamente usar un trípode, porque de otro modo no podrás juntar las distintas fotos que saques.

Pero en caso de que vayas a hacer HDR a partir de una sola imagen RAW también te vendrá bien, ya que ayudará a que la foto resultante sea lo más nítida posible.

2. En JPEG, usa el disparador remoto.



El problema de disparar con trípode es que cualquier mínimo movimiento puede provocar que la posición del trípode varíe, haciendo que posteriormente no encajen las distintas tomas que hayamos realizado.

Utilizando un disparador remoto con la cámara evitarás que se pueda mover la cámara al pulsar el botón de disparo, echando a perder la fotografía.

Si no dispones de uno, puedes probar a utilizar el temporizador de la cámara.

3. Usa el menor valor ISO posible.

En alguna ocasión hemos explicado el significado de la sensibilidad ISO de las cámaras digitales.

Cualquier valor ISO por encima del mínimo que permita la cámara se traducirá en un mayor nivel de ruido en las fotografías resultantes. En HDR es fundamental disponer de imágenes lo más limpias posibles, ya que el ruído tiende a dispararse en la fase de tone mapping.

Por lo tanto, y más si estás utilizando trípode, selecciona el menor ISO que tu cámara te permita. Obtendrás fotografías de mejor calidad.

4. Usa RAW para objetos en movimiento.



Si quieres hacer fotografías de objetos en movimiento, necesitarás obtener tu imagen HDR de una sola toma.

Esto es bastante lógico, ya que con distintas capturas no encajarán posteriormente ciertos elementos de la foto, generando sombras extrañas.

Así que, haz la foto en RAW para poder extraer varias imágenes con distintas exposiciones de la misma fotografía original.

5. Prueba a fotografiar objetos estáticos con elementos en movimiento.

Si vas a hacer una foto a algo estático con elementos en movimiento en el fondo, como pueden ser escenas urbanas con gente andando o coches circulando, prueba a disparar en JPEG.

Esos elementos secundarios en movimiento suelen crean efectos bastante curiosos.

6. Objetos metálicos.



Los elementos de metal tienden a provocar efectos bastante llamativos.

Este efecto se debe a la gran variación de luz y sombra que puede recogerse en tan poco espacio, ni mas ni menos que el tamaño que ocupe en nuestra foto el objeto metálico.

Así que, si puedes, prueba a incluir algún objeto metálico en tu fotografía.

7. Fotografía objetos con fuertes texturas y diferencias de color.

Los contrastes fuertes generan gran diversidad de luces y sombras, que es la esencia de la fotografía HDR.

Al igual que ocurre con los objetos metálicos, cualquier tipo de contraste fuerte es un recurso muy agradecido a la hora de crear imágenes HDR.

8. Utiliza el modo de bracketing automático.

Si tu cámara dispone de este modo de disparo, úsalo. Fija el valor de la apertura para conseguir la misma profundidad de campo en todas las tomas y haz varias fotos con distintos tiempos de exposición. Cuantas más fotografías tomes, más información tendrás y mejores resultados podrás obtener en el tratamiento HDR posterior.

Bracketing u Horquillado: Qué es y Cómo usarlo para

tomar Fotos Espectaculares


El horquillado o bracketing es una técnica consistente en realizar varias fotografías seguidas variando la configuración de la apertura del diafragma o la velocidad de obturación de nuestra cámara. Esto nos permitirá disponer de una misma fotografía con distintos niveles de exposición. Como digo, se trata de una técnica, y en algunas cámaras es además una función que permite aplicar esta técnica de forma satisfactoria.



¿Como funciona el bracketing u horquillado?



Algunas cámaras digitales disponen directamente de un botón u opción de menú que activa y desactiva el modo de disparo en bracketing. Al activarlo y disparar la foto, la cámara realizará una serie de fotos en las que variará automáticamente la configuración de la apertura del diafragma o de la velocidad de obturación, consiguiendo con esto distintas fotografías más claras o más oscuras, al haberlas hecho con más o menos luz.

Como el bracketing es una técnica, aunque tu cámara no disponga de esta funcionalidad, siempre se puede aplicar a mano, realizando varias fotos variando uno de estos dos parámetros, siempre y cuando dispongas de una cámara que te permita realizar estos ajustes manuales.

¿Y para que sirve el bracketing?



De entrada, el disponer de varias fotografías tomadas con más o menos luz de un mismo elemento nos permitirá disponer de fotos repetidas para elegir cual nos gusta más. Hay veces que no podemos apreciar con claridad la calidad de la foto que hemos tomado en el sitio, y con esta práctica podremos elegir a posteriori la foto que más nos gusta.

Pero donde resulta especialmente útil la aplicación de esta técnica es en las situaciones en las que el entorno fotografiado cuenta con fuertes contrastes de luces y sombras, con los que al disponer de tomas con distintas exposiciones podremos trabajar en la fusión posterior de ciertas partes de cada imagen, obteniendo una imagen final con más información que cada una de ellas por separado.

Una materia donde también tiene aplicación esta técnica es el procesado de imágenes HDR.

Ten en cuenta, eso sí, que si trabajas con el horquillado con el objeto de fusionar posteriormente las distintas fotos obtenidas, deberás usar necesariamente un trípode para que en el procesado las fotos encajen a la perfección.


RAW vs JPEG, Cuándo, Cómo y Por Qué


Si dispones o estas pensando en comprar una cámara reflex digital o una más compacta de las consideradas "de gama alta", es posible que hayas visto que dispone de un formato sin compresión llamado RAW, además del clásico JPEG. Pero, ¿sabes para qué sirve el formato RAW y cuales son sus principales ventajas e inconvenientes sobre el JPEG (JPG)? ¿Obtendré una mayor calidad en mis fotos utilizando RAW en lugar de JPEG?



Introducción

Si tienes una cámara que acepta formato RAW, estás de enhorabuena. Puedes aprovechar la posibilidad que brinda tu cámara de recoger directamente la información del sensor para tener mucha más libertad a la hora de procesar tus fotos.

En éste artículo repasamos las principales diferencias entre los formatos RAW y JPEG para que tengas claro cual elegir.

¿Que es un archivo RAW?

* no es un archivo de imagen en sí mismo (es necesario disponer de un software adicional para poder ver su contenido, aunque este software es muy fácil de conseguir).
* Es un formato propietario (existe una iniciativa llamada OpenRAW que trata de forzar a los fabricantes a homologar el formato, pero de momento no lo han conseguido).
* Almacena al menos 8 bits por color (rojo,verde y azul) aunque la mayoría de las cámaras réflex digitales almacenan 12 bits por color.
* Es un formato sin compresión (una cámara de 8 megapixels producirá un fichero RAW de 8 MB).
* Almacena toda la información (sin pérdida) recogida por el sensor de la cámara.
* Permite mostrar sombras y claros.
* Tiene un contraste menor.
* Es menos nítido.
* No se puede imprimir directamente desde la cámara o sin realizar antes un postprocesado.
* Es de solo lectura (los cambios realizados se almacenan en otro archivo)

En comparación, el formato JPEG es

* Un formato estándar interpretable por cualquier software fotográfico existente en la actualidad.
* Utiliza 8 bits por color.
* Es un formato comprimido.
* Ocupa menos espacio (Una foto hecha con una cámara de 8 megapixels viene a ocupar entre 1 y 3 MB).
* Tiene un rango dinámico más bajo
* Tiene un contraste más alto.
* Es más nítido
* Se puede imprimir diréctamente desde la cámara, compartir o publicar en una página web.
* Normalmente no requiere de postprocesado.
* Es manipulable, aunque se pierde información en cada retoque por sencillo que sea (como rotar la imagen)
* Se procesa en la propia cámara.

¿Cual elegir?

Debido a las diferencias entre los formatos JPEG y RAW, se producirán situaciones en las que debamos elegir uno de ellos. Si el espacio es un problema, utilizar JPEG nos permitirá almacenar dos o tres veces más imágenes. Si estamos en algún tipo de situación en la que queramos compartir las fotos de una manera rápida (una fiesta, por ejemplo), usando JPEG podremos disponer de las fotos fácil y rápidamente.

Por otro lado, si la capacidad no es un problema, y en ese sentido cada vez hay tarjetas de memoria de mayor capacidad y más baratas) se puede considerar la posibilidad de combinar ambos formatos.

Si no deseamos realizar ningún tipo de postprocesado, JPEG es nuestro formato. Hacer una foto en RAW será solo el primer paso hasta conseguir plasmar en papel el resultado.

Pero si primamos la calidad de imagen por encima de todo y deseamos aprovechar toda la información que nuestra cámara digital sea capaz de recoger, deberemos elegir el formato RAW.

Fotografiando en JPEG

Al disparar en modo JPEG, el software interno de la cámara recoge la información suministrada por el sensor y la procesa antes de almacenarla. Se pierde cierta información del color y de la resolución, pudiendo existir más ruido en la foto que en su equivalente RAW.

El algoritmo DTC divide la imagen en bloques, normalmente de 8x8 pixels, y determina cuales de estos pixels se pueden desechar por recoger información menos perceptible.

Si la cámara dispone de un modo de disparo en ráfaga, debido al tiempo de procesamiento y almacenamiento de la información, será capaz de disparar más rápido utilizando JPEG que RAW, ya que la parte más lenta del proceso es el almacenamiento en la tarjeta de memoria.

Disparando en Raw

Cuando se dispara en RAW, la cámara no realizará postprocesado alguno, ya que se limitará a almacenar la información en la memoria. Seremos nosotros quienes debamos realizar este postprocesado con el ordenador.

Al fotografiar en RAW dispondremos de un mayor control sobre el aspecto de la imagen, pudiendo corregir aspectos como la exposición.

Para poder realizar estos ajustes necesitaremos software específico para procesar los ficheros RAW y convertirlos en JPEG o TIFF. Algunos aspectos que podremos manejar serán el balance de blancos, la exposición, el contraste, la saturación, y la calibración de los distintos canales de color, todo ello sin pérdida de información.


Elegir un Objetivo para Retratos: Elementos

a Tener en Cuenta




¿Realmente necesito un objetivo para retratos?

Si te has hecho alguna vez la pregunta, probablemente ya tienes la respuesta.

Imagino la situación. Estás profundizando en la fotografía, en algún momento te has comprado una cámara reflex, y tu cámara cuenta con un objetivo de los llamados de kit, uno de esos objetivos que vienen con la cámara.

No es que el objetivo sea malo, pero independientemente de que pueda cubrir tus necesidades a nivel de distancia focal, algo que no siempre es así, no es el objetivo más rápido del universo y puede que no te permita utilizar aperturas lo suficientemente grandes como para conseguir el efecto que deseas.

¿Qué focal es la más recomendable para retratos?



La focal utilizada a la hora de hacer retratos nos va a influir de dos formas en el resultado obtenido.

Por un lado, cada focal tiene una compresión de la perspectiva diferente. En este sentido, se suele recomendar el uso de focales en el rango que va de los 50mm hasta los 135mm, ya que es en este rango focal en el que la compresión de la perspectiva del rostro es más adecuada.

Por otro lado, la focal utilizada va a determinar la distancia a la que nos tenemos que situar de la persona en función del tipo de plano que queramos sacar. En este sentido, suelo observar que la gente se muestra más tensa cuanto más cerca de ella se sitúa uno con su cámara pese a que trabajes bien la conexión con tu modelo a lo largo de la sesión.

¿Focal fija o variable para retratos?

Los más puristas de la fotografía te recomendarán el uso de focales fijas sin dudarlo.

Hay un hecho obvio, y es que las focales fijas suelen contar con construcciones más robustas y más simples por la ausencia de ciertos elementos mecánicos que se suelen traducir en fotografías con una calidad estupenda en lo que a parámetros técnicos se refiere. Además, la mayor simplicidad se traduce en un menor coste de fabricación y en una consecuente reducción del precio del producto.

Pese a ello, hay muy buenos objetivos de focal variable cuyos resultados poco o nada tienen que envidiar a los de focal fija a la hora de hacer retratos, y cuentan con una ventaja fundamental a la hora de trabajar, y es la posibilidad de reencuadrar nuestro retrato sin necesidad de movernos del sitio, mientras que cuando trabajamos con focales fijas nos vemos obligados a movernos para conseguir el encuadre deseado.

¿Algún requisito de apertura?



Si has indagado en el maravilloso (y caro) mundo de los objetivos, a estas alturas sabrás ya lo que cuesta un buen objetivo. Y el precio suele estar relacionado con la mayor apertura que alcancen.

La apertura en el retrato es fundamental por varios motivos.

Por un lado, las aperturas grandes te van a permitir aislar los detalles del fondo para poder centrarte en el rostro, que al fin y al cabo es el centro de interés de tu fotografía.

Por otro, esas aperturas llevadas al extremo te permitirían centrarte incluso en detalles concretos del rostro (como por ejemplo los ojos) según el tipo de plano que estés utilizando.

Y por último, los objetivos con grandes aperturas se comportan mejor por regla general a la hora de enfocar, lo que te permitirá trabajar con más soltura y precisión en la sesión.

¿Qué pasa con el bokeh?

El bokeh es un término cuyo significado es "desenfoque", y se utiliza en fotografía para referirse a la calidad de un objetivo por la estética de las zonas desenfocadas que produce en una foto.

Y es que tan importante es la nitidez de las zonas enfocadas en una foto como el aspecto que presentan las zonas desenfocadas de la misma foto.

En retratos en exteriores o cualquier situación en la que el fondo de la fotografía no esté perfectamente controlado juega un papel muy importante, por lo que debería ser un elemento adicional a tener en cuenta a la hora de elegir.

Entonces, ¿qué objetivo para retratos me compro?



Como te decía, se trata de una decisión muy personal en la que influyen diferentes factores y entre ellos el precio. En un próximo artículo trataremos de hacer un repaso de los objetivos para retratos más extendidos entre la comunidad fotográfica para las diferentes monturas reflex. ¡Permanece atento!