dijous, 3 de març del 2011

Consejos para Fotografos VI

10 Trucos para Conseguir Fotografías de Paisajes más

Nítidas


1. Usa un trípode



El trípode es un complemento casi obligado en la fotografía de paisajes.

Salvo que vayas a realizar exposiciones cortas, exposiciones que directamente puedas hacer a pulso con garantías, necesitarás usar un trípode.

Si no tienes uno aún y estás mínimamente interesado por la fotografía de paisajes, deberías ir pensando en hacerte con un buen trípode.

Los fabricantes más conocidos entre la comunidad fotográfica son Manfrotto y Gitzo, pero hay otras muchas marcas que disponen de buenos trípodes y rótulas y algunas de ellas a buen precio.

Asegúrate de que el trípode sea bien estable y que tanto el trípode como la rótula que elijas soporten con garantías el peso de tu cámara y el objetivo más pesado que tengas y con el que vayas a utilizizarlo.

2. Usa el temporizador de la cámara...

Cuando uses tu trípode, no dispares directamente con la cámara o muy probablemente transmitirás vibraciones a la cámara al pulsar el disparador que afectarán a la nitidez de tus fotos.

En su lugar, puedes optar por usar el temporizador de la cámara.

Hay algunas cámaras que permiten seleccionar el tiempo que la cámara espera antes de hacer la foto. Elije un tiempo intermedio que, por un lado, no te haga esperar demasiado y que, por otro, deje pasar lo suficiente como para que no se transmita la vibración por la pulsación.

3. ... O mejor aún, usa un disparador remoto



Foto de laszlo-photoHay determinados tipos de fotos en los que puede que el temporizador no sea una opción.

Si necesitas que el disparador se accione en un momento determinado, no podrás estar calculando la antelación con la que debes accionar el temporizador.

Si tu cámara lo permite y dispones de uno, el disparador remoto es una solución ideal para accionar el obturador de la cámara en el instante que desees sin trasladar vibraciones a la cámara. Es un accesorio muy económico al que sin duda sacarás mucho partido cada vez que uses tu trípode.

4. Desactiva el estabilizador

Si tu cámara o tu objetivo disponen de estabilizador y estás usando el trípode, desactívalo.

El sistema de estabilización está pensado para compensar el movimiento y aunque no te lo creas, el hecho de que la cámara esté completamente estática por el uso del trípode puede interferir con el estabilizador y hacer que éste transmita vibraciones a la cámara.

El estabilizador es uno de esos controles que, cuando lo usamos, lo dejamos puesto y nos olvidamos completamente de su existencia. Así que, para que no tengas problemas en tus fotos de paisajes, acuérdate de desactivar el estabilizador si tu objetivo o tu cámara cuentan con él.

5. No toques la cámara ni el trípode



Evita tocar la cámara o el trípode mientras haces la foto y vigila especialmente que tampoco la toque, por ejemplo, la cinta de la cámara.

El efecto del viento puede hacer que la cinta golpee el trípode y se trasladen vibraciones por ahí.

Por ello, no solo sepárate de la cámara y el trípode sino asegúrate también de que no exista ningún elemento adicional que pueda trasladar vibraciones.

6. Bloquea el espejo

Cuando miras a través del visor de tu cámara réflex, lo que estás viendo es una imagen reflejada. En el momento de disparar, lo que hace la cámara es levantar el espejo que refleja la imagen para que la puedas ver en el visor y luego bajarlo de nuevo.

Este movimiento traslada vibraciones a la cámara, por lo que si tu cámara dispone de sistema de bloqueo del espejo, utilizalo.

El sistema de bloqueo del espejo está pensado para que en este tipo de situaciones el movimiento del espejo no traslade ninguna vibración con el golpeo de la apertura y cierre del espejo.

Algunas cámaras no disponen de este mecanismo, pero disponen de un retardo en el sistema de disparo tras el movimiento del espejo que mitiga la vibración. No es tan eficiente como el bloqueo del espejo, pero sin duda es mejor que no disponer de nada.

7. Utiliza el punto dulce de tu objetivo



La teoría dice que cuanto más cerrado tienes el diafragma de tu objetivo, mayor es la profundidad de campo o la zona que se aprecia nítida en la cámara.

Ciertamente, la profundidad de campo depende de la mayor o menor apertura del diafragma.

Pero no es menos cierto que los objetivos, por regla general, no se suelen comportar igual de bien en términos de calidad de imagen cuando utilizamos sus aperturas máximas y mínimas.

Además, dependiendo de la focal que utilices, es probable que puedas conseguir una profundidad de campo amplísima sin necesidad de cerrar tanto el diafragma. Esto ocurre, por ejemplo, con los grandes angulares.

Antes de cerrar del todo el diafragma te recomiendo que trates de entender el concepto de distancia hiperfocal para que sepas que apertura necesitas y puedas utilizar aperturas algo mayores y aprovechar así las aperturas en las que mejor funcione tu objetivo.

8. No enfoques al infinito

Como ya te anticipaba en el punto anterior, jugando con la hiperfocal puedes conseguir que tu foto salga perfectamente nítida sin necesidad de enfocar al infinito. De hecho, si enfocas al infinito, la foto no saldrá tan nítida como si enfocas a un punto intermedio.

¿Extraño? En un principio si, pero si lo piensas detenidamente verás que no lo es tanto, aunque la lógica no te hubiera invitado a pensarlo.

Cuando enfocas, la zona nítida que consigues suele variar en un rango de distancias por delante y por detrás del punto enfocado. Al enfocar a la lejanía, la parte más cercana a tí puede salir borrosa.

En cambio, si enfocas a una zona más cercana y cuentas con una focal y una apertura suficientes, la zona nítida abarcará desde el punto en el que hayas enfocado hasta el infinito visible (el fondo de tu foto) y recogerá más zona nítida por delante. ¿Lo entiendes?

Por ejemplo, a la hora de hacer paisajes con mi Sigma 10-20 suelo trabajar con enfoque manual fijado a 1 metro y una apertura f/11, en lugar de enfocar al infinito y cerrar a f/22 como podrías haber pensado inicialmente.

Si no te lo crees, haz la prueba.

9. Mantén limpio el objetivo



Este punto es importante. Si tenemos el objetivo sucio, por ejemplo con huellas, puede afectar a la calidad y la nitidez de nuestras fotos.

Si estamos tomando todas las precauciones para conseguir la mayor profundidad de campo posible y no transmitir vibraciones a nuestra cámara y luego resulta que tenemos el objetivo sucio, no nos habrá servido de mucho cumplir todos los puntos anteriores.

10. No uses filtros protectores

Este último punto lo dejo a tu elección.

Los más puristas dicen que cualquier filtro entorpece en la calidad de la foto final. Ciertamente, lo extraño sería que mejorara (hablo de filtros protectores, filtros que no aportan teóricamente nada a la foto en sí), pero si el filtro es bueno tampoco tiene or qué generar males mayores, salvo que esté sucio, como ya te comentaba con el propio objetivo.

De hecho, es probable que utilices otro tipo de filtros como el de densidad neutra o el polarizador en según que fotografías de paisajes y no por ello vas a renunciar a utilizarlos.

Simplemente, tenlo en cuenta.

Entendiendo el Control de Compensación de la

Exposición de tu Cámara




La compensación de la exposición es uno de esos controles de las cámaras que uno nunca tiene muy claro para que sirven y cómo utilizarlos.

Introducción



Siempre que había leído las especificaciones de una cámara me encontraba una mención a la compensación de exposición. Si revisas las características técnicas de cualquier cámara verás referencias del tipo: "De -2 EV a +2 EV en saltos de 1/3 de EV" y cosas parecidas.

Siempre intuí que cuanto mayor fuera el rango que ofrecía la cámara y más flexibles fueran los saltos debía ser mejor, pero una y otra vez me golpeaba la misma pregunta: "Y esto, ¿para que me sirve?". Si viene en las características de la cámara debe ser por algo.

La medición de la luz y los modos de medición



Las cámaras modernas cuentan con un medidor de la luz incorporado. A través de este medidor, la cámara es capaz de determinar la cantidad de luz que necesita para exponer correctamente, y es capaz de conseguir esa cantidad de luz a través de la apertura del diafragma que utilicemos (más luz cuanto mayor es la apertura) y el tiempo durante el cual el diafragma permanezca abierto (tiempo de exposición o velocidad de obturación).

Para determinar esa cantidad de luz, podemos indicar a nuestra cámara qué superficie de nuestro encuadre es la que queremos evaluar para determinar esa cantidad de luz.

Los modos de medición dependen de cada cámara, pero existen una serie de ellos más o menos estándar. Estos modos podrían ser, de menor a mayor superficie tenida en cuenta para realizar el cálculo de la luz necesaria, el modo puntual, en el que se mide una pequeña superficie alrededor del punto de enfoque; el promediado o ponderado al centro, en el que la superficie que se tiene en cuenta alrededor del punto de enfoque es mayor; y el matricial, en el que se tiene en cuenta la superficie completa del encuadre.

¿En qué modos tiene sentido usar la compensación de la exposición?




Al hablarte de los modos de medición de la luz es probable que hayas empezado a pensar por tí mismo en qué tipo de situaciones podrías desear jugar con la medición de la exposición para poder influir en la información proporcionada por el sensor de la luz y, de esta forma, poder subexponer o sobreexponer tus fotografías.

Efectivamente, éste es el motivo. Gracias al control de composición de la exposición tenemos la posibilidad de controlar la exposición por encima de los datos arrojados por la propia cámara.

Se pueden presentar ocasiones en las que, por la naturaleza de la fotografía, el resultado que obtengamos independientemente del modo de medición utilizado no sea completamente de nuestro agrado.

Y hay situaciones especiales en los que además la corrección de la exposición se convierte casi en una norma que debemos aplicar de forma continua y que te enumero a continuación.

Un caso de aplicación: Corrigiendo la subexposición o sobreexposición de tu cámara



Una de esas situaciones es la de poder corregir la exposición resultante de trabajar con nuestra cámara en determinados modos de medición.

Por ejemplo, hay determinados usuarios que se quejan de que su cámara subexpone o sobreexpone siempre que hace fotos con un determinado modo de medición.

Esto implica para ellos que, si no modifican este parámetro, todas sus fotos quedan subexpuestas o sobreexpuestas, según su modelo de cámara, para ese modo de medición.

Gracias a este control, esos usuarios mantienen una configuración por defecto con el compensador de la exposición que les permite hacer fotos con exposiciones más acordes a sus gustos.

Otra situación muy interesante: tomando fotos para fusionar posteriormente



Algunas cámaras cuentan con un modo de disparo llamado "bracketing" u horquillado que permite realizar diferentes tomas en las que las exposiciones van cambiando.

Pensado fundamentalmente para fusionar diferentes tomas, este control permite, fijando previamente la cámara con un trípode, realizar varias fotos de un mismo encuadre con exposiciones diferentes, de modo que recojamos la información correcta de las distintas zonas de la fotografía a lo largo de las tomas para fusionarlas posteriormente, ya que el rango dinámico de la cámara no nos permitiría exponer correctamente todas las zonas de la foto en una sola toma.

Es lo que se conoce como fotografías de Alto Rango Dinámico (HDR) o fusión de imágenes.

El caso es que hay cámaras que no cuentan con este modeo de braketing, y otras en las que el modo está limitado a un número de tomas que podemos considerar insuficientes para realizar una fusión con garantías o que no nos da demasiada libertad en el rango y saltos aplicados.

Sea cual fiere el caso de tu cámara, gracias al control de corrección de la exposición podrías aplicar un braketing personalizado tanto en número de tomas como en los saltos de exposición entre cada una de ellas.


Modos de Medición




Seguro que te has fijado alguna vez en los símbolos de los que te hablo. Es probable incluso que hayas cambiado alguna vez sin quererlo su valor. Si no te has leído las instrucciones de tu cámara (no te sientas mal, más del 95% de los usuarios no lo hacen nunca) seguro que has vuelto a pulsar el botón varias veces hasta que ha aparecido en la pantalla el valor por defecto.

Si, por el contrario, eres del 5% que se lee las instrucciones de la cámara (Enhorabuena, eres un valiente; sobre todo si tienes el manual de usuario de la cámara traducido al español; las traducciones suelen ser bastante malas), sabrás que el significado de esos símbolos son los distintos modos de medición de la luz que hace la cámara. Suelen tener nombres como medición puntual (spot metering), medición promediada al centro () o medición mediante matriz de puntos. Aun sabiendo esto, es probable que no tengas claro lo que significa cada uno de ellos.

Medición Puntual de la Luz



Lo que hace la cámara es medir la cantidad de luz que incide en una región muy pequeña del sensor. Coincide aproximadamente con el cuadrado que suele indicar el enfoque en el sensor, pero sólo aproximadamente.

La superficie sobre la que se mide depende de cada modelo concreto de cámara. En mi Nikon d80, según datos del propio fabricante, únicamente se tiene en cuenta una superficie de 3,5 mm a la hora de medir la luz. Estos datos, como digo, dependerán del modelo en sí, y en cualquier caso son orientativos. Sólo te tienes que quedar con que es el método que permite un mayor control por lo ajustada de la medición de la luz.

Es importante recalcar que sólo realiza la medición de la luz sobre esa zona, descartando cualquier valor de la luz en el resto del sensor.

Pero cuidado. Esto no quiere decir ni muchísimo menos que sea el mejor. De hecho, normalmente será el peor si no tenemos cuidado.

Éste es el sistema que normalmente utilizan (o utilizaban) los profesionales para medir la luz cuando tienen mucho tiempo y conocimiento de su equipo para poder hacer las fotos.

Medición Ponderada al Centro



Con este método, también conocido como promediado al centro, lo que hace la cámara es equilibrar algo más los valores de medición. Da mucho más peso a la luz que mide en el centro (con el sistema puntual), pero también tiene en cuenta los valores que recoge de la zona externa a esa superficie más interior.

Como referencia, mi cámara toma un 75% del valor final de la región central, mientras que el 25% restante lo toma de fuera.

La diferencia fundamental sobre el método de medición central es que con este modo sí que se tiene en cuenta la luz que llega a toda la superficie del sensor, aunque tiene un mayor peso en el cálculo la luz de la zona central.

Podríamos decir que se trata de una medición puntual en la que se incluye cierto margen de error (para bien).

Medición Matricial



Es el sistema de medición más complejo de los tres, y el que funciona bien en el 90% de las situaciones. De hecho, es más que probable que sea el ajuste que traiga tu cámara por defecto.

Lo que hace este método de medición es, a través de una matriz más o menos compleja de puntos, recoger los distintos valores de luz para cada uno de esos puntos.

Para cada toma recogida asigna un peso, y a partir de esos valores y esos pesos calculan el valor de exposición de la luz final.

Sensibilidad ISO: Qué es y Cómo Funciona







Las películas fotográficas están formadas por haluros de plata, millones de cristales transparentes sensibles a la luz, agrupados. Una gelatina actuaba como soporte impidiendo que se agrumen haciendo las veces de vehículo de esa masa lechosa. Esta gelatina, una vez seca, mantiene los haluros suspendidos formando la película propiamente dicha y permite la entrada de líquidos sin necesidad de perder ninguno de los cristales.

El tamaño de estos cristales es lo que marca la sensibilidad de la película y el grano que se aprecia al obtener las copias reveladas.

Con el paso a la fotografía digital, se conservó el concepto de sensibilidad ISO, aunque el funcionamiento del sensor no tiene mucho que ver en este aspecto, y el resultado, tampoco.

ISO Digital: la relación señal-ruido



Señal es toda información significativa para construir un mensaje. Ruído es cualquier otro dato que acompañe a la señal dificultando su transmisión, almacenamiento y comprensión

En las cámaras digitales, el sensor o CCD es el chip encargado de la captura de la imagen. Está compuesto por una malla de miles de celdas fotosensibles en las que se recibe la imagen formada por el lente.

Cada una de esas celdas genera una corriente eléctrica en presencia de la luz. Esa corriente eléctrica será luego convertida en datos numéricos que se almacenarán en forma digital binaria en la memoria de la cámara dando origen a un píxel.

Cada una de esas celdas genera una cantidad más o menos fija de corriente eléctrica (y por lo tanto de datos) al azar, aún en ausencia de la luz y en relación a la temperatura.

La sensibilidad de cada uno de los elementos del sensor es fija, con un valor aproximado equivalente a 100 ISO. Los índices ISO superiores que nos ofrece la cámara digital se logran no por un incremento en la sensibilidad de los elementos captores, sino por una amplificación posterior de la señal que estos emiten.

Como estos elementos tienen una emisión de señal de base mas o menos fija, al capturar una señal lumínica débil y amplificarla, estamos amplificando también una buena porción de la emisión de datos aleatoria del chip, con lo que se mezclará una cantidad de señal aleatoria sin contenido a la señal correspondiente a la imagen.

Conclusiones



La mayor calidad de imagen con una cámara digital se obtendrá usándola a su menor sensibilidad ISO equivalente.

El uso de sensibilidades ISO mayores se traducirá en un aumento de pixeles distribuidos al azar, principalmente en las zonas de sombra de la imagen. El ruido, a diferencia del grano, no será proporcional en toda la imagen, sino que se manifestará de forma más evidente en las zonas oscuras.

El ruido se manifiesta más en alguno canales que en otros. Normalmente el canal azul suele ser el que contiene más ruido. Se puede editar este canal posteriormente con algún programa de edición para reducir el ruido mediante una aplicación de filtros.

Pero cuidado: es fundamental realizar una correcta exposición en nuestra foto indiependientemente del ISO que tengamos seleccionado, ya que utilizar ISOs bajos a costa de subexponer en exceso una foto puede dar como resultado fotos de peor calidad que las equivalentes bien expuestas con ISOS más altos.