dimarts, 1 de març del 2011

Consejos para Fotografos I

Consejo número uno en fotografía de retratos. Enfoca

a los Ojos, Por Favor




Siempre que damos consejos para hacer fotos a personas resaltamos uno fundamental, y es enfocar a los ojos. Un retrato mediocre con los ojos bien enfocados siempre tiene posibilidades, pero un aparente buen retrato con los ojos desenfocados tiene muchas papeletas de ser insalvable. Pero, ¿alguna vez te has preguntado los motivos? En las siguientes líneas te explico las razones de esta regla para que la tengas muy en cuenta cuando hagas fotos a otras personas y no se te vuelva a olvidar.

Cómo miramos las fotos

La manera en la que recorremos con nuestra mirada una foto se rige por una serie de factores que dependen del contenido de cada foto en si. Es un proceso inconsciente que no podemos evitar, ya que nuestro ojo ha sido educado para ello.

Entre otros factores, nuestros ojos se mueven por una foto dirigiendose a zonas con más luz (más claras) y zonas más enfocadas.

Otros elementos que afectan a la manera de recorrer una fotografía son las líneas, reales o imaginarias, que aparezcan en nuestra foto.

Los retratos y el poder de los ojos

Cuando se trata de retratos en los que salen rostros (si el retrato muestra solamente un detalle de la persona en la que no aparecen los ojos obviamente no tiene sentido esta explicación), nuestra mirada se centra inicialmente en los ojos.

Es un gesto inconsciente, intuitivo, basado probablemente en que las personas nos miramos a los ojos en el primer contacto visual aunque podamos retirar luego la mirada para detenernos en otras partes del cuerpo o desviar completamente la mirada.

Cuando un retrato tiene los ojos bien enfocados, la atracción de los ojos y la atracción de la zona enfocada de la foto generan una sinergia que hace que nos cueste apartar la mirada del retrato.

Si por el contrario, los ojos están desenfocados, incoscientemente buscaremos la zona enfocada de la foto mientras en nuestro cerebro se desencadena una batalla interior que hace que no nos decidamos entre dirigir la mirada a los ojos o a la zona enfocada, generando una sensación de incomodidad al contemplar la foto.

Así que, ya sabes, enfoca a los ojos

Por ello, salvo que estés haciendo algún tipo de retrato artístico en el que juegues con profundidades de campo mínimas y quieras resaltar alguna otra parte del rostro, recuerda que la regla número uno del retrato es que los ojos estén bien enfocados.

9 Estupendos Consejos para hacer Retratos en la Playa

1. Acércate más


Uno de los problemas más típicos de los retratos (entendiendo como retrato cualquier fotografía en el que el centro de interés es una persona) es que muchas veces situamos el centro de interés demasiado lejos.
Esto hace que cuando vemos la foto, muchas veces ni siquiera tenemos claro que es lo que queríamos sacar en ella.
Cuando haces fotos en la playa y tu posición está condicionada por tener a quien quieres fotografiar dentro del agua y no querer mojarte, puede que el centro de interés esté demasiado lejos.
Si crees que no está claro cual es el centro de interés al mirar a través del visor o la pantalla de tu cámara, probablemente deberías estar más cerca de él.
Y si no puedes acercarte más con la cámara por algún tipo de limitación física como es el propio agua, trata de acercarte con el zoom.

2. Si puedes, busca una sombra


Esta situación puede ser difícil de dar, pero no por ello quería ahorrármela.
En las horas centrales del día tenemos una luz dura. La gran luminosidad que tenemos en la playa, donde el agua y la arena actúan como reflectores, hacen que quién estamos fotografiando adquiera expresiones poco favorecedoras por la molestia de la luz. Además, el tipo de luz provoca sombras poco favorecedoras en el rostro.
Puede que en el entorno en el que estés puedas contar con alguna sombra, como por ejemplo si se trata de una cala de rocas con algún tipo de pared lateral. También puede que tengas alguna sombrilla que te permita limitar la luz directa que recibe el retratado.
Si puedes, aprovéchalo. Pero si no dispones de sombra, no dejes tampoco de hacer las fotos por este motivo.

3. Busca la orientación


Te decía al principio que casi siempre veía el mismo despliegue: el fotógrafo en la orilla y el retratado en el agua, formando una línea perpendicular a la orilla.
En este punto te recomiendo encarecidamente que primero busques la posición del sol. Una vez te hayas fijado donde está el sol, sitúalo a tu espalda, formando un ángulo de, por ejemplo, 45 grados con el centro de interés. Es preferible que tenga algo de ángulo a que el sol esté directamente frontal al retratado.
Antes de hacer las fotos, fíjate de qué forma se proyectan las sobras sobre el rostro y ve moviéndote un poco hasta que consigas un equilibrio adecuado.

4. Añade información del entorno


Por el encuadre que te comentaba de las fotos que veía hacer, la información del entorno era prácticamente nula.
Podía tratarse de cualquier playa del mundo, o incluso ni siquiera una playa, ya que solo se veía agua y la línea del horizonte, sin ninguna información del entorno más allá del color del agua.
Te diría que te hicieras preguntas como: ¿Cual era la esencia del sitio? ¿Su arena? ¿La vegetación? ¿Lo escarpado de la costa? Probablemente puedas hacer encuadres que, sin perder el centro de interés, puedan aportar más información sobre el sitio en el que fueron tomadas las fotos.

5. Sitúa el centro de interés


Ya hemos dejado claro que el centro de interés de nuestra foto es la persona a la que estamos retratando. De hecho, uno de los primeros consejos ha sido acercarse más al centro de interés. A partir de aquí, la cuestión es: ¿cómo podemos situarla en la foto para hacer la foto más atractiva?
Evita situar a la persona en el centro de la foto. Esto hace que la foto sea más previsible y no genera tanto interés como si desplazas algo a la persona. Situando el centro de interés fuera del centro de la foto genera más dinamismo en la fotografía, despertando más interés en la foto cuando la enseñas.
Un recurso compositivo que funciona francamente bien es la aplicación de la regla de los tercios. Consiste en dividir la foto en tres tercios horizontales y verticales imaginarios y situar nuestro sujeto en una de las intersecciones que marcan esas líneas.

6. Aprovéchate de las líneas dominantes


Una vez hayas situado el centro de interés fuera del centro de la foto, puedes ayudarte de las líneas que aparecen en la fotografía para dirigir la mirada hacia el sujeto.
Las líneas son un elemento compositivo muy fuerte, y en casi todas las circunstancias aparecen en nuestras fotos. La orilla o un rastro de huellas, por ejemplo, pueden ser elementos que marquen líneas en nuestras fotos que poder aprovechar en estas circunstancias.

7. Mantén el horizonte recto


Y es que es muy fácil distraerse a la hora de hacer la foto y sacar el horizonte torcido. Puede que te centres tanto en el retrato que no prestes demasiada atención a la línea del horizonte y descubras con horror más tarde que estaba torcido.
Un horizonte caído causa generalmente muy mala impresión, por lo que no olvides fijarte bien cómo se encuentra.

8. O simplemente, elimínalo


Además de salir recto, es bueno que el horizonte no dibuje una línea que pueda generar distracción en el retrato.
Por eso, es recomendable que no corte la cabeza del retratado.
Si ves que el horizonte puede generarte problemas en la composición de la fotografía, planteate directamente si aporta a la foto o es preferible eliminarlo directamente. Puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza.
Para eliminarlo, simplemente tienes que cambiar la perspectiva o el punto de vista desde el que haces la foto.

9. Si puedes, elije el momento del día


Por último, y solo si puedes elegir el momento del día en el que hacer las fotos, te diría que te decantaras por el amanecer o el atardecer.
En mi caso, mi momento preferido para este tipo de fotos es el atardecer. Cuando suelo bajar a la playa, por mucho que trate de bajar temprano, el sol suele estar ya bastante alto, por lo que lo del amanecer se convierte en un imposible.
Pero hay ocasiones en las que puedo pasar muchas horas en la playa, quedándome hasta última hora de la tarde. Si es tu caso, te recomiendo que trates de hacer las fotos a última hora. La posición del sol es más baja y suele aparecer en las fotos un tono cálido que hace los resultados más atractivos para mi gusto que en las horas centrales del día.


7 Malos Hábitos Fotográficos que Podrían

Estar Arruinando tus Fotos


1. Disparar a lo Loco y Sin Pensar


Una de las grandes ventajas que ha aportado la fotografía digital es que, al no ser necesario el revelado, el coste de disparar es cero. Pero hete aquí que una de las mayores ventajas puede convertirse en un gran inconveniente. Y es disparar sin pensar, como si una buena foto sólo pudiera ser fruto del azar. Si eres de los que disparas a lo loco, debes saber que:

* si no piensas antes de disparar, tu aprendizaje en fotografía será mucho más lento y, por mucha suerte que tengas, la calidad de tus fotos no será tan alta como podría.
* disparar a lo loco aumenta considerablemente el número de fotos, con lo que se disparan las horas de trabajo en la computadora archivando, seleccionando y preparando las fotos para presentarlas.

Si ésta es tu situación, tienes una formidable oportunidad para cambiar de rumbo, conseguir controlar la calidad de tus fotos y mejorar como fotógrafo. Para conseguirlo, te propongo un juego. La próxima vez que cojas la cámara dispara como si fueras a revelar todas y cada una de las fotos que tiras. Hazlo, hasta que consigas vencer ese pequeño vicio de disparar a lo loco. Y cuando hayas vencido el vicio, vuelve a recuperar la libertad de soltar el dedo sabiendo que, gracias a la fotografía digital, disparar tiene coste cero.

2. No Cuidar la Exposición por Creer que en RAW Todo Tiene Arreglo

Ya hemos hablado en muchas ocasiones de las ventajas de disparar en RAW y su tremenda elasticidad para mejorar defectos de exposición en las fotos. Pero por muy bueno y recomendable que sea disparar en RAW, eso no quita para que no persigas en cada una de tus fotos la mejor de las exposiciones que puedas conseguir, teniendo en cuenta las condiciones de luz ambientales y los niveles de ruido que estás dispuesto a tolerar. Considerar que puedes disparar sin buscar la mejor de las exposiciones es otro de esos vicios fotográficos en que puedes estar cayendo. Si es así, este puede ser un buen momento para enmendarte ¿no crees ?

3. No Prestar Atención al ISO... y Acabar con Ruido que Podrías Haber Evitado

exposicionSuele pasar en condiciones de baja luz. En el fragor de la batalla y tratando de inmortalizar esa escena que ven tus ojos, te olvidas de comprobar si podrías haber expuesto correctamente la instantánea con menor ISO posible.

Por muy buena que sea tu cámara (y mira que han evolucionado en lo que a ruido se refiere) hay niveles de ISO en que el nivel de ruido es claramente mejorable. Por eso, uno de los malos hábitos que deberías desterrar es... no prestar atención al ISO.

4. Sujetar una Réflex Como si se Tratara de una Compacta

Si acabas de ingresar en el mundo de la fotografía réflex, puede estarte pasando esto. Y es que una réflex no se coge como una compacta. Evitar fotos movidas y conseguir un buen encuadre dependen en buena medida de que tengas bien cogida la cámara. Por eso te recomiendo que repases Descubre Cómo Sujetar Correctamente tu Cámara y Di Adiós a las Fotos Movidas.

5. Dejar Guardada la Cámara por Miedo a que se Estropee


No me malinterpretes. No te estoy diciendo que no debas cuidar tu cámara y tu equipo. Lo que sí te digo es que no deberías renunciar a tomar fotos increíbles por intentar sobreproteger tu cámara o por no contar con los debidos elementos para protegerla. Está claro que bien guardada en el armario la cámara no corre riesgo de estropearse pero... la compraste para hacer fotos ¿no?

6. No Poner la Suficientes Dosis de Paciencia

Detrás de la mayoría de las grandes fotos que has visto hasta la fecha hay mucha, pero que mucha paciencia. Paciencia en la preparación de la foto. Paciencia esperando a que se diera el momento ideal. Paciencia también a lo largo de los años y muchos intentos de fotografía. Es cierto que la fotografía es tan caprichosa que, a veces, se alcanzan grandes resultados de modo casi accidental. Pero, te aseguro, que si le pones toda la paciencia que te pida, tus fotos mejorarán drásticamente.

7. Disparar Siempre Desde el Mismo Ángulo


Ángulo ContrapicadoDebe ser porque nuestra tendencia natural es al mínimo esfuerzo. Por eso, si no prestas la debida atención, es muy probable que te sorprendas a ti mismo disparando siempre desde la situación más cómoda. Y, está claro, no se trata de eso. Así que, mantente en guardia, y no dejes de buscar el ángulo más interesante... aunque requiera agacharse ¿de acuerdo?

7 Cosas que Puedes Hacer para Proteger el Objetivo de

tu Cámara


El objetivo que usamos con nuestra cámara tiene una importancia decisiva en el tipo y la calidad de las fotos que podemos realizar. No en vano, algunos de los mejores objetivos cuestan bastante más que la cámara en la que se usan. Por eso, no proteger convenientemente las lentes de nuestros objetivos puede provocar un aunténtico drama: grandes objetivos arruinados por rayaduras involuntarias. Con lo que cuestan y el impacto que tienen en nuestras fotos, los objetivos merecen nuestros mejores cuidados ¿no crees?.

1. Fija Bien la Tapa del Objetivo
Siempre que no estés disparando, tapa el objetivo con su tapa. No tengas pereza de estar continuamente tapando y Tapadestapando la lente: cuanto menos tiempo esté descubierta, menos riesgo correrás.

2. Ten Cuidado al Tapar el Objetivo
A veces vamos con un poco de prisa y golpeamos el cristal de la lente con la tapa. Por leve que sea este golpe, si la lente tiene motas de diferentes materiales puedes causar pequeñas rayaduras que a la larga limiten la claridad y nitidez de tu objetivo. Al tapar, trata de que la tapa sólo toque el anillo exterior y nunca la lente ¿vale?.

3. Pero Tápalo Bien
Asegúrate de fijar bien la tapa: aprieta hasta el fondo. Muchas veces no fijamos bien la tapa, y al meter la cámara en la mochila de transporte, ésta (la tapa) se sale, dejando desprotegida la lente. Por mucho que pongamos la tapa, si luego se sale, de poco sirve ¿no crees?.

4. Si Ya No Ajusta Bien, Compra Otra Tapa
¿Aprietas hasta el fondo al tapar y aun así no es suficiente? Puede ser que el material de la tapa haya envejecido y ya no fije bien. Una tapa no cuesta nada comparado con el precio del objetivo. El problema es que, a veces, no son fáciles de encontrar. No te preocupes: desde la silla en la que estás sentado y usando tu ordenador puedes comprar una tapa para tu objetivo y mucho más barata que en las tiendas convencionales.

5. El Parasol Tambien Ayuda
Los parasoles sirven fundamentalmente para evitar reflejos no deseados en las fotos en días luminosos. Además tienen un efecto secundario muy beneficioso: protegen la lente. Los parasoles hacen mucho más inaccesible la lente externa de tu objetivo, protegiéndola de elementos que puedan rayarla. ¿No tienes parasol?. Ya sabes: barato y muy cómodo. Entra en eBay y busca 'lens hood'. Si necesitas un parasol ahora mismo puedes hacerte uno con papel. Pero el de papel no te va a servir para proteger la lente por no tener suficiente rigidez mecánica.

6. De lo Mejor: un Filtro UV
Son de las mejores protecciones para tu objetivo. Sirven para (¿lo adivinas?) filtrar parte de luz ultravioleta. El caso es que no tienen un gran efecto sobre tus fotos y proporcionan un gran nivel de protección para tu lente. Su uso es especialmente interesante en la playa porque ofrecen una gran protección frente a la arena y la sal. De nuevo, puedes probar a comprar tu filtro UV en eBay. Tan solo tienes que entrar en eBay y buscar 'UV Filter'. Si quieres saber más sobre filtros, haz clic aquí.

7. Y... ¡No Uses el Pañuelo!
Muy muy importante: la lente del objetivo es muy delicada. Por favor: no uses cualquier trapito para limpiarla. Ni siquiera tu pañuelo. Hazte con un kit de limpieza de la lente: incorporan gamuzas especialmente diseñadas para eliminar polvo e impurezas de tu objetivo garantizando su protección. Si quieres saber más sobre cómo limpiar el objetivo de tu cámara, echa un vistazo a este artículo.

12 Consejos para Hacer Mejores Fotos en Exposiciones

de Pintura


¿Alguna vez te has visto con tu cámara en una exposición y has querido hacer fotos a los cuadros o fotografías que estaban allí expuestas? ¿te has preguntado ´qué tipo de configuraciones aplicar en esas situaciones o qué consejos seguir para poder hacer fotos con ciertas garantías? Sin duda, no se trata del mejor escenario para hacer fotos si no has podido preparar antes el entorno, pero con estos 9 consejos y estos 3 ajustes probablemente obtengas mejores resultados cuando se presente una ocasión como ésta. ¿Te animas a conocerlos?

1. Conoce tu Cámara


Puede que te parezca muy duro el tono en este primer consejo, pero es imprescindible que conozcas tu cámara antes de que te encuentres en situaciones como ésta.

Te puedo enseñar a hacer mejores fotos, pero no conozco el sistema de menús de cada cámara que hay en el mercado.

Te puedo dar consejos que te ayuden a mejorar sin entrar en profundizar el las implicaciones de cada ajuste de parámetros de tu cámara y sin que necesites por tu parte asimilar la información de forma inmediata.

Pero es necesario que conozcas los controles de tu cámara para saber como activar o desactivar el flash, como ajustar el ISO, o como seleccionar un determinado modo de disparo, apertura o tiempo de exposición si tu cámara lo permite.

Si no sabes ajustar estos parámetros, por mucho que trate de darte más consejos a nivel de configuración, no sabrás como aplicarlos.

2. Apaga el flash

Si estás usando una cámara con flash integrado, apagalo.

Un buen motivo para apagarlo puede ser el hecho de que esté prohibido. Saltandote las normas solo conseguirás que te expulsen de la sala. Habrá terminado tu visita y tu propósito.

Pero hay un motivo mejor aún. Por las características de los materiales del cuadro o de la foto que estés tratando de retratar y el ángulo utilizado para hacer la foto, normalmente frontal, la luz de tu flash rebotará sobre la superficie del cuadro y, al estar frente a él, conseguirás sacar una "bonita mancha blanca" fruto del reflejo del flash, con lo que habrás arruinado la foto.

3. Ajusta el tiempo de exposición


Al apagar el flash comprobarás casi con toda seguridad que las fotos empiezan a salir movidas.

Lo normal es que las condiciones de iluminación de interiores no te permitan hacer fotos sin flash con la configuración por defecto de la cámara.

Como hemos quitado una posible fuente de luz, tenemos que aprovechar al máximo los elementos que tenemos a nuestro alcance para poder hacer las fotos.

Si tu cámara permite realizar ajustes manuales del tiempo de exposición, ajusta el tiempo a unas condiciones que te permitan disparar a pulso sin que la foto salga movida.

4. Abre el diafragma

De nuevo si tu tipo de cámara lo permite, prueba a abrir el diafragma.

Abriendo el diafragma reduces la profundidad de campo efectiva, pero si estás haciendo una foto frontal a una pintura, todo el centro de interés queda en el mismo plano, por lo que puedes reducir la profundidad de campo sin que el resultado final se vea afectado.

5. Sube el ISO


Este es el ajuste que probablemente puedas realizar independientemente de tu tipo de cámara.

Cuanto más alto sea el valor del ISO, menos luz necesitarás para hacer las fotografías, aunque es probable que en los valores mas altos de tu cámara se aprecie mucho ruído en el resultado final.

6. Ajusta el balance de blancos

Si estás disparando en formato JPEG, comprueba el ajuste del balance de blancos de tu cámara. Normalmente traen por defecto configurado un modo de ajuste automático, pero tienen modos para distintos tipos de iluminación.

Comprueba que configuraciones tienes y elije la más adecuada para las circunstancias.

Si estás disparando en RAW puedes despreocuparte de este ajuste, ya que lo podrás ajustar con garantías en el procesado posterior de las fotos.

7. Revisa tu posición


Una vez has configurado tu cámara lo mejor posible, es hora de buscar el sitio para hacer las fotos.

Si lo que quieres es reproducir lo más fielmente posible la obra, tendrás que ponerte lo más centrado posible al cuadro.

Como probablemente haya más gente, tomate tu tiempo. Busca una posición en la que puedas hacer buenas fotos, preparalo todo y espera a que se de el momento en que no tengas a nadie delante.

Aunque haya mucha afluencia, más de uno esperará cortesmente a que hagas la foto. No abuses de estos gestos y ve haciendo fotos entre hueco y hueco.

8. Comprueba el encuadre

A medida que vayas haciendo fotos, ve comprobando los resultados para asegurarte de que el encuadre es el correcto.

Es preferible que sobresalga el fondo por los bordes de la foto a que cortes la obra. Ya habrá tiempo de realizar ajustes posteriores en el ordenador.

9. Estabilizate


Te he explicado qué parámetros tocar de la cámara para aprovechar mejor la luz existente, pero hay un recorrido de mejora en tu pulso.

Existen diferentes posiciones para poder hacer fotos con más garantias, evitando que puedan salir trepidadas en unas condiciones de tiempos de exposición concretas.

Te aconsejo que revises este artículo. En el caso que nos ocupa no podrás tirarte al suelo para hacer fotos, pero hay posiciones que puedes adoptar que te ayudarán a conseguir una estabilidad extra.

También tienes el truco de la cuerda. Es casi como tener un tripode (o mejor un monopie), pero sin tenerlo. Técnicamente no es un trípode, por lo que no estás incumpliendo ninguna norma. Y tampoco requiere de un despliegue que entorpezca o estorbe a los demás, por lo que no veo ningún problema a que lo puedas usar.

Procesado posterior

Independientemente de los ajustes normales que puedas incluir en tu flujo fotográfico, voy a repasar especialmente tres de ellos cuya aplicación tiene mucho sentido en este tipo de fotos.

10. Ajusta la perspectiva


Ha llegado el momento de realizar ajustes de mejora de la foto en nuestro laboratorio digital.

Podemos realizar una corrección de la perspectiva con Photoshop o con cualquier otro programa que utilicemos en nuestro flujo fotográfico, de modo que nuestra foto quede con una perspectiva totalmente frontal si lo que deseamos es reproducir lo más fielmente posible su aspecto.

Otra alternativa es trabajar con las utilidades de corrección de lente, que nos permite un ajuste más fino de la perspectiva.

11. Reencuadra la foto

Cuando ya hayamos corregido la perspectiva de la fotografía, podremos realizar un reencuadre para quedarnos con la parte de la foto que nos interese.

Este es el motivo por el que te recomendaba unas líneas atrás "dar aire" al cuadro por los lados de la foto. A la hora de hacer recortes siempre es mejor hacerlos en el ordenador que prescindir de elementos importantes de la foto en el encuadre que realizamos al disparar.

Para poder hacer estos reencuadres puedes utilizar prácticamente cualquier programa fotográfico. Como ejemplo, hace tiempo te contamos en detalle cómo utilizar las funciones de reencuadre en Lightroom.

12. Realiza los ajustes tonales necesarios


Ya te he hablado del posible problema asociado a la temperatura del color de la iluminación de la sala y la importancia de ajustar el balance de blancos en la cámara.

Independientemente de que hayas realizado o no los ajustes previamente, siempre puedes corregir el aspecto tonal de la fotografía en el ordenador para tratar de mostrar los tonos que mejor se ajustan a los originales de la obra.

Para ello puedes usar muchos programas. En alguna ocasión te hemos explicado como realizar estos ajustes con Photoshop, Camera RAW o Lightroom. Se trata de una funcionalidad básica con la que cuenta cualquier programa de edición fotográfica

6 Consejos para usar tu Trípode de Forma Eficiente




1. Define la composición primero

No nos engañemos. Manejar un trípode es bastante engorroso comparado con realizar los encuadres con la cámara suelta en las manos.

Hay que buscar un apoyo firme, abrirlo, colocar la cámara sobre la cabeza del trípode, ajustar los controles...

Si una vez que lo tenemos puesto en tierra firme queremos usar un encuadre muy diferente, muchas de las ocasiones nos veremos obligados a coger el trípode y cambiarlo de posición.

Por eso, es preferible que visualices primero el encuadre que deseas para situar luego el trípode y tener que hacer los mínimos ajustes necesarios sobre él.

2. Situa una de las patas apuntando hacia delante


Este es el típico detalle que muchas veces se te escapa si estás haciendo tus primeros pinitos con un trípode.

Si situas las patas del trípode de cualquier forma, cuando quieres situarte para operar con la cámara es bastante probable que te topes con una de las patas que te estorba. Lo menos malo que te puede pasar en ese momento es que muevas el trípode al dar con tu pierna una de las patas.

Trabajar con el trípode es como sentarse a comer a una mesa: hay que vigilar donde están las patas para poder comer cómodo y que no nos estén estorbando durante la comida.

Así que ya lo sabes. Situa una de las patas apuntando hacia delante y así te asegurarás de disponer del espacio necesario para poder trabajar de forma cómoda.

3. Mantén la barra central completamente vertical

La fórmula que rige la estabilidad de tu trípode es la Ley de la Gravedad.

Cuanto más vertical se encuentre la barra, más centrado se encontrará el vector de fuerza que apunta al suelo y más estable estará el trípode.

No se si técnicamente lo he explicado bien (probablemente no), pero piensa en una torre de tacos de madera o en una columna hecha con monedas. Seguro que has jugado de niño a esto. Si las piezas se van desplazando, a medida que vas poniendo más, más inestable se hace y se acaba cayendo. En cambio, si colocas cada una justo encima de la anterior, puedes ir apilandolas y la construcción no sufre por la altura.

Para ver si tienes el trípode completamente vertical, muchos de los trípodes cuentan con una burbuja que te indica su posición. Puedes ayudarte de la burbuja para ver si lo tienes bien colocado, sobre todo cuando la superficie del suelo sea irregular.

4. Evita elevar la barra central


La barra central cuenta con menor estabilidad que las patas, por lo que cuanto más elevada tengas esta barra central, más inestabilidad darás al trípode

Por ello, si las patas abiertas dan la altura suficiente que necesites, es preferible extender completamenta las patas antes que dejarlas más recogidas y subir más la barra central.

5. Utiliza soportes de apoyo

Tanto si vas a hacer fotos con la cámara en vertical como si vas a utilizar teleobjetivos largos, existen soportes especiales que te permiten acoplar la cámara a la rótula sin descentrar el punto de equilibrio de la misma.

En el caso de las fotografías en formato vertical, si no cuentas con uno de estos adaptadores te verás obligado a forzar la posición de la rótula en 90 grados, con lo que la rótula sufrirá más que si la cámara va justo encima con ángulo cero.

En el caso de teleobjetivos largos, el centro de equilibrio de la cámara se ve desplazado, con lo que si apoyas en la rótula la base de la cámara, el centro de gravedad estará desplazado hacia la punta del objetivo.

Con estos accesorios que te comento podrás utilizar el centro de gravedad de la cámara como apoyo sobre la rótula.

6. Cuelga la mochila de la barra central


Puede que hayas visto más de un trípode con un gancho en la parte inferior de la barra central y te hayas preguntado para qué sirve.

Pues sirve para colgar peso para ayudarte a afianzar el trípode al suelo.

Puedes utilizar la misma mochila o bolsa que uses para transportar la cámara, o puedes utilizar cualquier otro objeto. El objetivo es el mismo, trasladar más fuerza y afianzar el trípode.


7 Factores que Ayudan a Centrar la Atención en una

Fotografía




Muchas de las decisiones que toman los grandes fotógrafos al ver cómo hacer una determinada fotografía, van encaminadas a resaltar el motivo principal que se pretende fotografiar. El objetivo es conseguir centrar la atención en ese punto en concreto, con el objeto de que la historia que cuenta la fotografía sea clara, sin distracciones. Dominar el arte de centrar la atención es una de las suertes mágicas en fotografía.

Pero ¿cómo se consigue atraer el ojo de nuestro espectador en un determinado punto? Aumentando el llamado Peso Visual del mismo. En el artículo de hoy verás que es más sencillo de lo que piensas y repasaremos juntos... 6 factores clave que potencian el peso visual.

1. Cómo Llamar la Atención

Si te pregunto, cómo consigues llamar la atención (dar la nota, vamos) si vas caminando por la calle, puede ser que me contestes que, gritando, vistiendo ropas extravagantes, sin vestir... en definitiva, haciendo algo fuera de lo común: diferenciándote del resto. Si te fijas bien, los contrastes atraen nuestra atención. Muchos coinciden al asegurar que se trata de una huella genética de nuestro pasado cazador cientos de años atrás. El ojo persigue el movimiento cuando está todo quieto, el cambio de color en un paisaje de color uniforme, el punto de luz en medio de la oscuridad...

Pues lo mismo sucede en fotografía. El elemento que contrasta, se lleva la atención; el elemento diferente arrastra el ojo hacia sí. ¿Y cómo hacemos "diferente" nuestro motivo principal? Como siempre, no hay reglas absolutas, pero sí existen algunos factores que nos pueden ayudar.

2. La Atención se Va al Punto Enfocado


Esto no quiere decir que, a partir de ahora, se acabaron las fotos de gran profundidad de campo en las que todo está perfectamente enfocado. Sencillamente quiere decir que uno de los elementos para atraer atención en un punto es hacer que éste sea el único enfocado en la fotografía.

3. La Atención se Va a Donde Hay Algo


Tiempo atrás te hablamos de la regla del espacio negativo. Pues es precisamente esa regla la que nos va a permitir llamar la atención sobre un motivo. Pon tu motivo en un entorno en el que no haya nada, o en el que no destaque nada, y el ojo buscará tu motivo.

4. La Atención Busca las Personas y, en Especial, los Ojos


Es una respuesta automática. Cuando hay personas en una foto, la atención se centra fundamentalmente en ellas. Es como si entendiéramos, por defecto, que son los protagonistas en la foto. En especial, vamos a los ojos. Por este motivo es tan importante en los retratos, y en general, que los ojos estén perfectamente enfocados.

5. La Atención se Centra en el que es Distinto


Dicen en mi tierra que el clavo que sobresale se lleva el martillazo Pues más o menos es eso. Fíjate en la foto: un campo lleno de flores rojas y ¿dónde se va el ojo? A por la blanca. Nuevamente el contraste. Esta vez en forma de color.

6. La Atención se Centra Donde Apuntan las Líneas


Las líneas en fotografía marcan un camino seductor que transmite montones de sensaciones. Si te apetece repasarlo, te recomiendo que te des una vuelta por esta serie de artículos. Y cuando las líneas maestras en una foto convergen en un punto, nuestra atención se centra en él. Así de sencillo.

7. La Atención Persigue la Luz


En entornos en penumbra en los que hay un haz de luz suele suceder que el ojo se centra en ella. Como si se quedase a la espera de que, a través de ella, algo fuera a llegar. Así, otra de las maneras de centrar la atención en un punto es jugar con la luz que lo ilumina.


Los 5 Ángulos de Disparo Clave en Fotografía


Por regla general, tendemos a ser muy "comodones" y fotografiar los objetos sin variar nuestra altura y, por tanto, la posición de la cámara.
Sin embargo, en muchas ocasiones puede ofrecer un resultado diferente, atractivo y rompedor el variar nuestra posición y agacharnos, subirnos a algún sitio, situarnos a ras de suelo...
Pues bien, esta variación lo que nos permite es cubrir los difrentes ángulos que existen y que a continuación te detallo.

1. Ángulo Normal


Como su nombre indica, éste es el ángulo habitual con el que fotografiamos y se caracteriza por establecer una línea entre cámara y objeto fotografiado paralela al suelo.

Proporciona una sensación de estabilidad y tranquilidad, precisamente derivada de originarse a partir de una posición con la que solemos no sólo fotografiar, sino también observar el mundo.

Sin duda, es el tipo de ángulo más empleado y, por ello, cuando lo que vas a fotografiar está más abajo, en muchas ocasiones te recomendamos que te agaches para lograr éste ángulo.

No obstante, como siempre conviene conocer y experimentar en determinadas ocasiones con otros ángulos para ofrecer resultados diferentes.

Ten en cuenta que a veces romper con las normas es lo que hace que una fotografía destaque por encima de otras que reflejan una misma realidad, pero desde una óptica o punto de vista completamente diferente.

Y en este sentido, el variar el ángulo de la toma, es, sin duda, una excelente forma de modificar el punto de vista de un fotografía y el sentimiento que se quiere transmitir.

2. Ángulo Picado


Este ángulo se produce cuando la cámara se sitúa en un plano superior al objeto fotografiado.

Precisamente esta posición superior también conlleva una situación de inferioridad, vulnerabilidad o debilidad del objeto dentro de la fotografía.

Es habitual en fotografía de niños (como consecuencia de su mayor fragilidad y debilidad), pequeños animales, flores, objetos de pequeñas dimensiones...

No obstante, como ya te he comentado anteriormente, está bien experimentar y cambiar los ángulos. Pasar a emplear, por ejemplo, el ángulo normal en fotografía de niños puede dar resultados muy atractivos.

3. Ángulo Cenital o Picado Etremo


Cuando la situación de la cámara con respecto al objeto a fotografiar es de extrema superioridad, hasta el punto de situarse en la perpendicular al suelo por encima del sujeto fotografiado, entonces hablamos de ángulo cenital.

Se trata un ángulo que incrementa aún más, si cabe, la sensación de inferioridad. Por otro lado, si el picado centra mucho la atención en el objeto, con el cenital abrimos un poco más el campo y mostramos también el contexto que lo rodea.

Aunque no es muy habitual, puede dotar a tus fotografías de un punto de vista muy particular de la realidad. Si no, observa la foto de la derecha en la que se muestra un plano cenital de los pies.

4. Ángulo Contrapicado


Si el ángulo picado se consigue situando la cámara por encima del sujeto, el contrapicado lo logramos situando la cámara en una posición inferior al objeto a fotografiar.

Con este ángulo dotamos al objeto fotografiado de mayor importancia, superioridad, magestuosidad y, sobre todo, de una posición dominante frente al observador.

Es un ángulo de toma muy utilizado en fotografía de edificios, pues dota a éstos de mayor grandeza. Aunque también puede ser un recurso para mostrar como superiores a sujetos que se aprecian como inferiores en la realidad, por ejemplo, los niños, las mascotas...

Si a este ángulo además le sumas el uso de una distancia focal corta, además conseguirás incrementar más, si cabe, la sensación de superioridad.

5. Ángulo Nadir o Contrapicado Extremo


Si la situación de inferioridad de la cámara frente al objeto a fotografiar la llevas al extremo, consigues el denominado ángulo nadir. La cámara se sitúa prácticamente en la perpendicular que une objeto fotografiado y cielo.

Con este ángulo se incrementan al máximo las sensaciones del contrapicado, poniendo al que observa la fotografía en la piel de una "hormiga" para la que todo es enorme y "amenazador".

Su uso se reserva casi exclusivamente para fotografía de edificios, ya que las líneas de éstos dotan de una gran profundidad a las tomas.

Y con estos 5 habríamos cubierto los principales tipos de ángulos a emplear en nuestras fotografías. Lo más importante es que los conozcas y que también sepas en qué tipo de tomas suelen emplearse.

Eso sí, como también te he ido comentando a lo largo del artículo, es interesante variar los ángulos y probar tomas diferentes a las que normalmente suelen realizarse.

Recuerda que la fotografía es arte y en el arte, anque hay ciertas reglas que son garantía de éxito, es igualmente importante saber transgredir estas reglas para obtener resultados rompedores, innovadores y atractivos.

7 Situaciones en las que Deberías Apagar el Enfoque

Automático




1. Cuando No Hay Suficiente Contraste

El sistema de enfoque automático funciona con un servomecanismo que se ajusta por contraste. Por eso, cuando la zona de enfoque no tiene suficiente contraste, el enfoque automático no funciona bien: el anillo del enfoque va de un extremo a otro sin encontrar el punto adecuado.

Un truco que puedes emplear consiste en buscar un elemento en las proximidades que esté a la misma distancia que la zona de enfoque y enfocarlo. Cuando lo tengas, y sin soltar el disparador, reencuadra y dispara (importante: deberás tener desactivado el modo de enfoque continuo si es que tu cámara cuenta con él).

Hay veces que el truco no acaba de funcionar. Es en esos casos en los que hay que tirar de enfoque manual.

2. Cuando No Hay Suficiente Luz

Realmente es una variante del caso anterior. Aunque haya elementos como para que haya contraste, si no hay luz suficiente, apenas hay contraste. Y el enfoque automático, falla. Por eso, muchas cámaras vienen con una luz de ayuda al enfoque. Pero si el punto de enfoque está lejos, la luz no tiene la suficiente potencia para iluminar y... vas a obtener mejores resultados si apagas el AF y enfocas a mano.

3. En Paisajes y Cuando Busques la Mayor Profundidad de Campo


Suele pasar en paisajes, pero si lo que quieres es la máxima profundidad de campo, es decir, que desde lo más cercano hasta lo más lejano esté enfocado, te interesa buscar la hiperfocal (recuerda, 1/3). Y en tal caso, suele resultar más cómodo haciéndolo a mano. Puede ayudarte jugar inicialmente con grandes aperturas (F bajo) en el momento de enfoque para facilitar el proceso, y cuando lo tengas, reajustar apertura y velocidad de obturación para maximizar la profundidad de campo.

4. Si Estás Haciendo HDR's

En dZoom hemos hablado largo y tendido de los HDR. Incluso te hemos contado técnicas para emularlos. Pero si lo que estás haciendo es un HDR de los genuinos, vas a necesitar tomar exactamente la misma escena con diferentes niveles de exposición. Y tomar la misma escena requiere que el punto de enfoque permanezca fijo, para lo cual te va a resultar más cómodo desactivar el enfoque automático.

Este consejo también puede valer si estás intentando hacer un Time-lapse y no quieres variar el punto de enfoque.

5. Al Disparar a Través de un Cristal


El caso que te he contado. Y que conste que el vidrio era fijo. Si hubiera sido una ventana, la habría abierto, que es lo mejor que se puede hacer. Pero si no se puede abrir, a menudo, el sistema AF se hace líos con brillos y reflejos. Por eso, es recomendable desactivarlo y enfocar manualmente. ¡Ey! debes tenerlo en cuenta si tomas fotos desde un avión.

6. Con Objetos que se Mueven a Toda Velocidad

La culpa la tiene el motor de enfoque, que no tiene velocidad infinita. El caso es que el tiempo que tarda una cámara en enfocar no es cero. Y por eso, si el objeto que pretendes fotografiar se mueve rápido, es muy probable que cuando consigas el enfoque, el "bicho" en movimiento ya no esté ahí. Por eso, a veces, es preferible realizar el enfoque a mano en un punto fijo y estar preparado para disparar cuando el objeto esté ahí.

Requiere su práctica, no te digo que no, pero es efectivo.

7. En Fotografía Macro y Con Grandes Aperturas

Si la profundidad de campo es muy reducida, al sistema AF le cuesta trabajo hacerse una idea del punto de contraste para el enfoque. Si estás usando lentes de aproximación o tubos de extensión, los problemas se acentúan.

Es un buen momento para apagar el AF y tirar de enfoque manual. Aquí también.


5 Buenos Consejos para Hacer Retratos al Aire Libre




1. Busca la sombra


Muchas veces tenemos la sensación de que al sol salen mejor los retratos porque disponemos de más luz.

La realidad es que, en la mayoría de las ocasiones, a la sombra tenemos luz más que suficiente para que la foto salga correctamente y existen una serie de ventajas que hacen que el resultado sea normalmente mejor si hacemos las fotos a la sombra.

Cuando el sol se proyecta directamente en el rostro de quién estamos fotografiando, lo normal es que la aplicación de la luz proyecte sombras no deseadas en el propio rostro que desmerezcan nuestro trabajo.

Además, en función de la posición del sol respecto a quién estemos fotografiando puede provocar molestias que hagan que nuestro o nuestra modelo adopte expresiones poco favorecedoras.

Así que, ya sabes: si puedes, busca la sombra.

2. Que la sombra sea uniforme


Hay veces que utilizamos la sombra de un arbol para proteger a quien fotografiamos. El motivo puede deberse a que nos resulta agradable el entorno o simplemente a que no disponemos de una sombra mejor.

El problema que muchas veces presentan las sombras de los árboles es que la luz pasa de forma irregular a través de las hojas, dejando zonas de luz y zonas de sombra.

Cuando estés realizando el encuadre para la foto fíjate bien en que no haya zonas de luz que incidan directamente en el rostro de las personas a las que estás haciendo la foto si, por ejemplo, se trata de una foto en grupo, ya que esta diferencia de luz en las distintas zonas provocará un contraste tonal excesivo en los rostros.

3. Vigila el fondo

EL fondo puede ser un perfecto aliado o arruinar definitivamente la foto.

Trata de evitar elementos en el fondo que puedan atraer demasiado la atención de lo que realmente nos interesa en este tipo de fotografías, que son las personas.

4. Aprovecha el bokeh


El bokeh es un término de origen japonés utilizado en fotografía para referirse a la estética de las zonas desenfocadas que produce el uso de una profundidad de campo reducida en una fotografía.

Haciendo la foto con el fondo a cierta distancia y utilizando una apertura que nos permita que nuestro fondo salga desenfocado, podemos aprovechar combinaciones de colores en el fondo para conseguir un aspecto muy agradable en nuestra composición sin que reste atención al motivo principal de la foto.

5. Y por supuesto... enfoca a los ojos

Este consejo no está estrictamente asociado a los retratos al aire libre, pero no por ello me lo quería ahorrar, ya que para mi es el consejo número uno en fotografía de retratos.

Dicho de otra forma, si este consejo nos falla, el resto de consejos tendrán poca importancia.

Y es que un retrato en el que el elemento principal es el rostro, si no conseguimos que los ojos salgan correctamente enfocados, nos encontraremos con una sensación incómoda al contemplar la foto que no terminará de agradarnos por completo.